MUY INTERESANTE: UN RINCÓN DE MURCIA
Uno de mis lugares favoritos de Murcia es
el teatro Romea. Allí, podemos disfrutar de una variada programación: teatro
clásico, teatro moderno, conciertos, zarzuelas, obras infantiles, obras en
inglés, etc. Además de ser uno de los centros culturales de
nuestra ciudad, este teatro tiene una historia muy curiosa.
Se empezó a construir a mediados del siglo XIX,
sobre un antiguo cementerio de frailes y su primer nombre fue “Teatro de los Infantes”. En 1872, el Ayuntamiento de Murcia le cambió el nombre, llamándole tal y
como lo conocemos actualmente, Teatro
Romea, en honor al actor Julián Romea.
Al poco tiempo, un incendio devastó el
teatro. Después de esta desgracia, el teatro permaneció cerrado durante
tres años. En 1880, fue reinaugurado. Diecinueve años más tarde,
volvió a quedar convertido en cenizas y solo quedaron sus muros.
Tras estos dos trágicos
incendios, una leyenda se
instaló entre los murcianos, La maldición de los frailes. Cuenta la leyenda que
tras estos dos incendios, habrá un tercero y se producirá cuando esté el aforo
lleno. De ahí, que siempre se deja una butaca vacía para que el aforo no se
complete y nunca se produzca el tercer incendio.
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