Teresa, 2º ESO C
Un misterioso blanco inunda el vacío. ¿Cae, asciende?
¿Se mueve siquiera? No lo sabe. Se deja engullir por el blanco cuan larga y
ancha es, sintiendo como una desconocida calma idílica la impregna. Entonces es
capaz de ver que por fin puede parar de batallar en una vida de guerras y
conflictos. Quiere quedarse allí, dejar que el tiempo transcurra de forma
infinita, sin permitir que ningún pensamiento o problema turbe ese hermoso y
etéreo silencio. Pero… ¿es lo correcto permanecer en ese lugar, cuando todavía
hay demasiadas personas que la necesitan, que claman por su ayuda desesperada y
luchan en una guerra que no merecen?
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