Eva, 1º ESO C
‑¡A despertar!
‑Sí…mamá ya voy…‑perezosa.
‑Venga que ya son las diez y además es
martes.
‑¡¡¡LAS DIEEEZ!!! Mamá ¿Por qué no me
despertaste antes?
-Lo siento, hija, no me acordé… ¿pero hoy no
tenías que trabajar en la cafetería?
El día de las estrellas encantadas es una festividad muy popular… no sé cómo se
le habrá olvidado a mi madre. Este día las estrellas bajan del cielo, a posarse
en los pies de algunas personas, que serán las afortunadas de tener suerte
eterna.
De mi familia, solo a una persona le tocó la
suerte eterna. Ese fue mi padre, el cual murió por una enfermedad. Su estrella
llegó tarde, porque cuando estaba muriendo, fue cuando a luz se posó, en sus
pies. La mayoría de las personas dicen, que no tuvo nada de suerte, mientras
fallecía. Pero mi madre, mi tía y yo sí, porque justo cuando la estrella y su
alma estaban desapareciendo para irse al cielo oscuro de la noche, llamaron a
la puerta de la casa.
Era su hermana, su única hermana pequeña, la
quería tanto…lo malo es que no la había visto desde hace muchos años, debido a
la gran distancia por el trabajo de ella. Jazzlyn
, mi tía,(su hermana) iba con un vestido azulado que le llegaba por las
rodillas con un cinturón marroncito, que es lo que le daba el vuelo, y su pelo
iba recogido en una gran larga trenza adornada con margaritas. Por esto algunas
personas creemos que tuvo suerte, por haber visto a su hermana, tras largos
años de espera.
Las últimas inesperadas palabras de mi padre
fueron: “Déjame ver esos ojos verde
esmeralda y sentir en mis manos ese fino cabello miel que tienes, antes de que
no lo pueda hacer más”- Mi tía asintió.
Y justo cuando se acercó mi padre, dejó de
existir en vida, murió. Mi tía dice que ese momento que presenció con sus
propios ojos fue triste, pero a la vez hermoso. Desde ese día nadie de mi
familia ha recibido la bajada de la estrella hasta sus pies, aunque yo espero
que algún día vea una estrella en mis pies, pero mi madre dice que la suerte
eterna yo no la necesito, que con los amigos, la familia, los ojazos verdes de
mi tía, la piel cálida como la suya y el pelo negro noche como el de mi padre,
LO TENGO ABSOLUTAMENTE TODO.
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