Pablo Escobar, 1º ESO D
Anoche no me
podía dormir. Faltaban unas horas para el primer día de instituto y tenía que
madrugar a lo grande. Conocía un poco la entrada, a la directora y la jefa de
estudios, y recordaba el aspecto de mi nueva tutora por el día de la
presentación inicial y la obra de teatro en inglés que realizamos aquí el año
pasado. Pero el resto del centro me era totalmente desconocido. El día de la
presentación fue el jueves pasado, allí asignaron las clases, la tutora, y
presentaron a otros miembros del centro. No me tocó con ningún amigo, pero hoy
iba a conocer a alguien majo.
Un amigo con el que tengo mucha confianza iba a mi clase el año pasado y ahora va a 1ºA
(por cierto, yo voy a 1ºD) pero seguimos yendo juntos desde mi casa al instituto. El
caso es que esta mañana -la del primer día- salí a las 7:50 para llegar a su portal a las
7:55, y estar en el centro a las 8:05 con el fin de no presentarnos tarde. Al
llegar al jardín de enfrente, no vimos a nadie, “Pues sí que hemos llegado
pronto”, pensé, pues, para la gente que no me conozca, no suelo llegar antes de
tiempo. Al entrar, salió una mujer con pinta de estar ajetreada que pude
reconocer como la secretaria, a la que pregunté:
-¿Cuándo
empiezan las clases?
-A las 10:15
Buah… Esa no
me la esperaba, pero explica el que no hubiese nadie en la puerta…
-¿Y dónde
podemos esperar?-preguntó mi amigo
-Afuera o en
el patio-respondió la secretaria, y siguió con su trabajo.
Decidimos
salir fuera.
Lo bueno es
que habíamos llegado más pronto que nunca, lo malo… ¡Que faltaban dos horas para
que empezase el Instituto!. Descubrí que no era bueno porque realmente tenía ganas de que empezase el instituto. Como nos hallábamos en situación de vida o muerte
revisamos "nuestras opciones profesionales".
-Colega,
¿podemos ir a tu casa?-pregunté
-No, no hay
nadie- contestó- ¿Y a la tuya?
-Faltan dos
horas para que empiece clase y tardamos X en volver así que menos la futura ida
y vuelta y el rato que llevamos aquí perdiendo… Tendríamos una hora. Pero no
podríamos.
-¿Por?
-Mi padre
trabaja hoy, nadie nos abriría la puerta.