Recuerdo los días
fríos de invierno.
Llegaste a mi vida
como caída del cielo.
Recuerdo tu sonrisa
cuando yo te susurraba.
Tú me querías,
pero yo te amaba.
Me faltaban manos
para tu piel acariciar.
Me faltaba tiempo
para poderte contemplar.
Retazos de nubes,
azúcar en vena.
¿Cómo se puede
besar una estrella?
Pero el destino
no conoce la piedad
y puso en tu camino
a un galante Don Juan.
Era alto, fuerte,
y muy bien parecido.
Simpático, amable,
lo que yo jamás he sido.
Le veía hablarte
con palabras como perlas.
Te veía perderte
con sus románticas tretas.
¿No veías que nadie
te amaba como yo?
¿Acaso ignorabas que su amor
era pura pretensión?
Recuerdo de forma obsesiva
aquella tarde estival:
“No es por ti,
es por mí.
Punto y final”,
rezaba la misiva.
maria eres una gran poeta me encanta las palabras tan bonitas que escribes se que de mayor (si es lo que quiere) vas a ser una gran poeta para la edad que tienes, tienes mucha imaginacion
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